Los ODS son los 17 objetivos básicos de desarrollo sostenible incluidos en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, promovida por las Naciones Unidas.
La diferencia sustancial entre la Agenda 2030 y los esfuerzos anteriores (ODM, ISR, etc) por establecer un consenso en torno al desarrollo y a la sostenibilidad tiene que ver con el proceso multinivel y multiactor en su diseño.
Por vez primera, poderes públicos, empresas y sociedad civil participaron activamente en el diseño de una agenda global, común y compartida sobre los retos del mundo.
Su alto grado de aceptación desembocó en la adopción de la Asamblea General de la ONU y su posterior seguimiento de la misma por parte de los jefes de estado y de gobierno de 193 países en 2015.
En torno a la idea de «no dejar a nadie atrás» y de avanzar en un desarrollo social, económico, ambiental y democrático sostenible, la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible fue impulsada por las Naciones Unidas e incorpora 17 objetivos básicos que debemos cumplir y contribuir todas las sociedades del mundo. A esos objetivos básicos les llamamos ODS u Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Cada ODS tiene a su vez un conjunto de metas, más concretas, que son el camino para lograr su cumplimiento.
Más allá de su intencionalidad y su propósito, la Agenda 2030 es un marco de acción y de evaluación que favorece la integración de esfuerzos y de recursos de instituciones, empresas, colectivos y personas.
A nivel internacional existe un catálogo de indicadores oficiales, publicado por el departamento de Estadística de Nueva York, y existen también indicadores globales adaptados a la empresa.
Sin embargo, con el objetivo de «localizar» los ODS, es decir, integrarlos en el contexto económico, social y ambiental más inmediato, las instituciones comunitarias, organizaciones transnacionales, países y regiones han publicado sus propios catálogos de indicadores.
En el ámbito de la empresa, gran parte de los estándares ESG están alineados a la Agenda 2030, de manera que la inmensa mayoría de las estrategias de sostenibilidad empresarial contribuyen a los ODS.
Igualmente, existen herramientas de evaluación y de alineamiento que facilitan esa contribución.